Español: Retrato imaginario del rey
Fernando IV de Castilla (1285-1312). Fue hijo del rey
Sancho IV de Castilla y de la reina
María de Molina. Durante su minoría de edad, su crianza y la custodia de su persona fueron encomendadas a su madre, la reina María de Molina, mientras que su tutoría fue confiada al infante
Enrique de Castilla el Senador, hijo de
Fernando III de Castilla. Durante su minoría de edad, y también durante el resto de su reinado, su madre procuró aplacar a la nobleza, se enfrentó a los enemigos de su hijo, e impidió en varias ocasiones que Fernando IV fuese destronado. Durante su reinado hubo de enfrentarse a la insubordinación de la nobleza, capitaneada en numerosas ocasiones por su tío, el infante
Juan de Castilla el de Tarifa, y por
Juan Núñez II de Lara, quienes fueron apoyados en algunas ocasiones por
don Juan Manuel, nieto de Fernando III. Al igual que sus predecesores en el trono, Fernando IV prosiguió la empresa de la
Reconquista y, aunque fracasó en su intento de conquistar
Algeciras en 1309, conquistó la ciudad de
Gibraltar ese mismo año, y en 1312 fue conquistado el municipio jienense de
Alcaudete. Durante las
Cortes de Valladolid de 1312, impulsó la reforma de la administración de justicia, y la de todos los ámbitos de la administración, al tiempo que intentaba reforzar la autoridad de la Corona en detrimento de la autoridad nobiliaria. Falleció en
Jaén el día 7 de septiembre de 1312, a los veintiséis años de edad y fue sucedido por su hijo,
Alfonso XI de Castilla. Fue sepultado en la
iglesia de San Hipólito de Córdoba.